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jueves, 21 de julio de 2011

¿ES ESTA LA TV QUE NOS MERECEMOS?



SOMOS LO QUE COMEMOS Y SOMOS LO QUE VEMOS

'Supervivientes'
  • En la última gala del 'reality show' el presentador insultó a una de las concursantes, que a su vez había frivolizado con el accidente de Ortega Cano.
  • El espacio consiguió un récord histórico con 4.159.000 espectadores.
  • Analizamos las causas del interés del público por este tipo de programas: ¿quién los ve?, ¿por qué?, ¿son perjudiciales?, ¿son reales?

Un hombre le espeta a una mujer "hija de puta", después de que esta frivolice sobre la muerte de una persona. La madre de la insultada, presente en el momento del exabrupto, llora y suplica al ofensor y éste le hace burla a unos pocos centímetros de la cara. ¿Les resulta interesante? A 4.159.000 espectadores, sí.


por la final del concurso en el año 2008. De nuevo surge una pregunta que se asemeja en complejidad a la del huevo y la gallina. ¿Tenemos los contenidos televisivos que nos merecemos?
Somos lo que comemos y somos lo que vemos.
María Dolores Cáceres, socióloga especializada en Ciencias de la Información de la Universidad Complutense, explica que "lo que aparece en televisión es el reflejo, al menos, de una parte de la realidad. De una determinada sensibilidad, de unos determinados gustos, en una época determinada".

La cosa no puede ser de otra manera, puesto que la televisión "tiene que reflejar la realidad porque tiene que conectar con algo que esté en el imaginario del receptor, si no conecta, pierde audiencia", hace ver la socióloga. Por lo tanto, la televisión ofrece lo que al menos una parte del público quiere ver.
Pero también se produce el efecto contrario, aquel en el que la televisión actúa como maestra y formadora. "Aquello que presenta la televisión en cierta medida nos conforma. Somos lo que comemos y somos lo que vemos. Aprendemos normas, valores, formas de conducta y de pensar viendo la televisión", asegura Dolores Cáceres.

Más y más... y más

Para Alejandro Rincón, analista de la consultora Barlovento Comunicación, "la retroalimentación existe". Cuanto más funciona un producto, más se explota. "Únicamente tenemos que echar un vistazo a la parrilla de Telecinco para ver que la gran mayoría de sus programas beben de sus realities", hace ver el analista.
Es el caso de El programa de Ana Rosa o de Sálvame, que cuentan con espacios exclusivamente dedicados a Supervivientes, además de los resúmenes diarios que se pueden ver tanto en Telecinco como en La Siete. "Por lo tanto, está claro que si un programa funciona en términos de audiencia (en este caso hablamos de Supervivientes), el producto se explota y comercializa al máximo, porque no nos debemos de olvidar que a más audiencia, más posibilidades de ingresos publicitarios para la cadena", recuerda Rincón.
Estos espacios hacen que "minimicemos la trascendencia de determinadas conductas" Pero los realities y los programas en los que la polémica, el insulto y la falta de maneras es el pan de cada día no son creación de un día, no surgen de la noche a la mañana. "Históricamente, las cadenas siempre han encontrado un gran filón en los realities. Fue el caso de Operación Triunfo y Gran Hermano (que abrió el camino de los grandes realities) y también ahora lo es Supervivientes", recuerda el analista.
Ya lo dice la máxima, renovarse o morir, así que con el tiempo, los espacios  "se aderezan con toques de polémica y disputas de tinte rosa" para conseguir audiencia, hace ver Alejandro Rincón.
En la televisión no es difícil encontrar espacios en los que se rebasan las barreras del buen gusto o la educación. ¿Es esto perjudicial o es inocuo?
Para la socióloga María Dolores Cáceres, este tipo de escenas hace que "minimicemos la trascendencia de determinadas conductas, como la que nos referimos, que no parece muy gratificante. Al final les quitamos importancia y acabamos haciéndolo con el vecino, el de la esquina, el que vende el periódico… si lo hacen en la tele, ¿por qué no hacerlo nosotros?", se pregunta Cáceres.
De hecho, este jueves noche, mientras Jorge Javier Vázquez aseguraba que al ser horario nocturno se podía decir "hija de puta" y se podía burlar de una mujer que lloraba, había 120.000 niños de 4 a 12 años viéndole según la medición de los audímetros.


¿Quién lo ve?

El perfil del espectador de Supervivientes la noche referida es muy claro: se trata de un público eminentemente femenino (63,3% del total de espectadores). Los tramos de edad más afines al programa fueron los conformados por individuos de 13 a 34 años y mayores de 55 años. Los mejores índices de audiencia se dieron en clases sociales medias y bajas y en poblaciones de 50.000 a 500.000 habitantes.
Morbo: "Atracción hacia acontecimientos desagradables" Pero no interesó a todo el mundo. Había otras opciones para elegir en la pequeña pantalla. De hecho, entre las 22.00 h y las 24.00 horas de este jueves había una media de 15.460.000 personas viendo la televisión, según datos de Barlovento Comunicación.
La motivación de los 4.159.000 espectadores que eligieron ver Supervivientes (que se emite entre las 22.00 y la 1.45 h) pudo ser muy dispar. "En general este tipo de programas conectan con cosas muy cotidianas en la vida de las personas, con situaciones con las que es fácil identificarse", asegura Dolores Cáceres, que sin embargo, matiza que "no es siempre disfrutar con la humillación o el insulto, sino que en ocasiones hay quien se queda por ver hasta dónde van a llegar. Gente que quiere ver qué dice el otro al ser insultado, si van a llegar a las manos".
Es lo que llamamos morbo: "Interés malsano por personas o cosas. Atracción hacia acontecimientos desagradables",


Telerrealidad o teleficción

La sombra de la sospecha se cierne sobre este tipo de contenidos. ¿Hasta qué punto son espontáneas las polémicas que se producen, las opiniones que se vierten o las reacciones que se exhiben?
Sergio Espí, guionista y experto en televisión, asegura que la reacción de Jorge Javier Vázquez pudo no ser espontánea. "Jorge Javier Vázquez ya había visto las imágenes antes, pudo reprimirse, controlarse, llegar templado al plató. No se trata de algo inmediato, que viera por primera vez las imágenes y explotara. Probablemente él ya iba con la intención de insultarla", aventura.
"Creo que hay una decisión previa de "eso ha sucedido, saquémosle partido, lo vamos a explotar", concluye el experto.

fuentes: 20minutos

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